
Arqueología y patrimonio cultural
El uso de tecnología en arqueología ha incrementado significativamente la eficacia en las tareas de prospección e investigación. Las técnicas geofísicas aplicadas a la cartografía del subsuelo permiten identificar y ubicar elementos arqueológicos sin necesidad de realizar excavaciones invasivas.
Entre estas herramientas, el GEORADAR (GPR, por sus siglas en inglés) destaca por su capacidad para reconstruir con gran precisión las heterogeneidades del subsuelo. Esta información resulta clave para optimizar la planificación de las campañas de excavación. A diferencia de otras metodologías geofísicas, el GPR permite delimitar estructuras arqueológicas de forma no destructiva, siendo aplicable tanto en entornos urbanos como rurales.
Las aplicaciones habituales de las campañas de GEORADAR en patrimonio cultural son:
- Cartografía arqueológica sin excavación para la reducción de riesgos (Arqueología Preventiva).
- Cartografía arqueológica para planificación de excavaciones arqueológicas.
- Detección y localización de estructuras enterradas específicas.
- Análisis estructural de edificación histórica, para acciones de conservación y restauración.
Escaneo de zonas rurales y urbanas
En los últimos años hemos participado exitosamente en diversos proyectos de cartografía arqueológica, abarcando carreteras, caminos, edificaciones públicas y residenciales, tumbas, entre otras estructuras de interés.
Cuando las condiciones del terreno son favorables —como baja conductividad del suelo, superficies planas y ausencia de vegetación— el GEORADAR (GPR) ofrece resultados de alta precisión y detalle. Incluso en contextos menos ideales, sigue siendo una herramienta eficaz para la localización y detección de estructuras mediante el análisis de perfiles.
Por estas razones, el GPR se ha consolidado como una de las técnicas geofísicas más utilizadas en la prospección arqueológica moderna.


Escaneo de monumentos históricos
Además de la caracterización de grandes áreas mediante georadares de baja frecuencia (25–800 MHz), también contamos con un georradar de alta frecuencia (2000 MHz), especialmente indicado para estudios detallados. Esta tecnología de alta resolución es ideal para el análisis de edificios históricos, la evaluación de sus elementos estructurales y la investigación de otras estructuras pertenecientes al Patrimonio Cultural que requieran un nivel de detalle superior en la prospección no invasiva